


Nuestra Historia
Cueva Flamenca Los Parrones forma parte viva de la historia del Sacromonte y del origen de la zambra gitana en Granada.
Ubicada en el antiguo Camino del Sacromonte nº 24, hoy nº 23, esta cueva fue propiedad de Carmen Maya Campos y su segundo marido Pablo Moreno Morante, quienes la habitaron desde finales del siglo XIX.

Los Orígenes
Carmen Maya comenzó bailando en la primera zambra del Humilladero y más tarde continuó en las zambras del Sacromonte, donde destacó por su arte y duende.
Tras la separación de las cuevas, siguió cantando y bailando junto a sus sobrinos los Amayas, familia que ha mantenido viva la tradición flamenca durante generaciones.
La cueva y su historia
En 1944, Cueva Los Parrones fue la primera del Sacromonte en tener agua potable. Aquello la convirtió en un lugar muy visitado por las mujeres del barrio, que acudían a por agua o incluso a dar a luz.
Por aquel entonces, el suministro estaba “enganchado” y la familia recibió una multa importante, un detalle que hoy forma parte de la historia local.
En la cueva se celebraron bodas emblemáticas, como la de Rafael Farina con La Pillina y la de Juanito Varea con Carmela Amaya, reconocida bailaora del Sacromonte.
Carmen Maya, además de su arte, vendía canastas en la Alhambra, leía la buenaventura y ofrecía los populares “polvos de la madre Celestina” a las señoritas de Granada que buscaban suerte en el amor.
La familia Maya llegó al Sacromonte procedente de Alhama. Con once hijos, el apellido Maya sigue presente hoy en muchas familias del barrio.
Uno de los primeros en establecerse fue Pedro Maya Vasallo, conocido como El Tío Pello, bailaor y colaborador del guitarrista El Murciano. Según diversos documentos, ambos fueron creadores de la soleá granaína, y el Tío Pello llegó incluso a enseñar baile al compositor Glinka. De él procede el apodo de Los Pellos.




Carmen Maya, tía carnal de La Parrona, dejó una huella imborrable que hoy sigue viva en cada espectáculo de nuestra cueva.


